martes, 4 de octubre de 2016
Asís
Hoy, fiesta de san Francisco de Asís, es muy buena ocasión para meditar sobre la virtud cristiana de la pobreza.
Recordemos la escena del joven rico narrada por san Lucas: "Al oírlo Jesús le dijo: Una cosa te falta todavía: vende todo lo que tienes y distribúyelo entre los pobres, y tendrás un tesoro en el cielo. Después ven y sígueme. Al oír estas palabras, el hombre se entristeció, porque era muy rico. Viéndolo así, Jesús dijo: ¡Qué difícil será para los ricos entrar en el Reino de Dios!" (Lucas 18, 22-24)
Comentando precisamente este episodio, el Papa Francisco insistía en dos puntos que requieren meditación:
Dos 'riquezas culturales':
"Ante todo la cultura del bienestar, que nos hace poco valientes, nos hace perezosos, nos hace también egoístas. El bienestar nos adormece, es una anestesia. Está bien seguir al Señor, pero hasta un cierto punto...
Existe además otra riqueza en nuestra cultura, una riqueza que nos impide acercarnos a Jesús: Es la fascinación de lo provisional, estamos enamorados de lo provisional. Las propuestas definitivas que nos hace Jesús no nos gustan, nos gusta lo pasajero porque tenemos miedo del tiempo que es definitivo. Él es el Señor del tiempo, nosotros somos los señores del momento. ¿Por qué? Porque en ese instante somos los que mandan... La fascinación de lo provisional. ésta es una riqueza..."
Estas dos riquezas, el bienestar y lo provisional son las que en este momento nos impiden ir hacia adelante.
(La foto es de Asís, tomada desde un drone)
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En Nicaragua, como en otros lugares, cuando uno tiene grandes deseos de contar cosas a los familiares, amigos colegas...y no hay tiempo, trata de resumir anteponiendo ese "para no hacerte largo el cuento". Pero ni así...
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