Una vez iba san Josemaría paseando por una playa del Mediterráneo, cerca de Valencia y vio una hilera de árboles, entre el mar y los campos cultivados. Estaban retorcidos y maltrechos por el viento y picados de salitre.
Y entonces comentó a los que le acompañaban:
"Así habéis de ser todos vosotros, árboles de primera línea, que se desgastan protegiendo a los demás árboles de la Iglesia"
No hay comentarios:
Publicar un comentario