sábado, 2 de febrero de 2019
Tierra Santa: Despedida
Foto desde la sala de Saxum en estos momentos. Últimas horas en Tierra Santa. Ahora a hacer la valija y mañana temprano, el regreso: Tel-Aviv-Madrid-Guatemala-San Salvador-Managua.
Hoy, en la mañana subimos de nuevo a Jerusalén, acompañados por nuestro guía Haim (Jaime) Dorin.
Comenzó el paseo en el Valle de Josafat, caminando un trecho por donde la tumba de Absalón, hasta divisar a lo lejos la ciudad de David.
Luego el bus nos dejó en la Puerta de Herodes y otra vez por pintorescas calles calles del barrio musulmán desembocamos al comienzo de la Vía Dolorosa.
Tuvimos la Misa en la Capilla de la "Condenación", cerca de la Primera Estación del Vía Crucis.
Celebración especialmente devota -se notaba, era la última- con una procesión larga por todo el patio del complejo franciscano, donde se encuentra también la Capilla de la "Flagelación". Presidió el P. Jorge Fraile (Argentina). Habló de las Tres Presentaciones del Señor: 1) la del Templo a los 40 días de su Nacimiento, que hoy, 2 de febrero, celebrábamos. 2) la del "Ecce Homo" por parte de Pilato, lugar donde nos encontrábamos. 3) la de la Resurrección a sus discípulos que hacemos presente en cada Eucaristía.
Terminando recorrimos toda la Vía Dolorosa hasta la Basílica del Sepulcro. Antes, como es costumbre, compré velas para encenderlas y apagarlas en el interior de la Basílica y llevarlas a casa donde se volverán a encender. Se lleva así la luz de Cristo Resucitado. La costumbre es comprar 33 velas. Yo compré 10. ¡Para los diez primeros que me la pidan!
Nos dieron poco más de una hora en la Basílica. el último momento de estar allí. Primero encendí y apagué las velas en el lugar de las Santas Mujeres, entre el Calvario y el Sepulcro (porque había allí un cirio grande encendido) Como la cola era muy grande me senté enfrente del Sepulcro y recé los Misterios Gloriosos con las letanías. Hice la lectura espiritual con un libro titulado "En la tierra del Señor" el capítulo de la Resurrección. Me acerqué a besar la pared externa de la antesala del sepulcro y recé un Padrenuestro. Después fui a la Capilla de Santa María, pero estaba cerrada. Busqué una imagen de la Virgen y por ser las 12 recé el ¡Regina Coeli! Subí las escaleras del Calvario. Muchísima gente. Me arrodillé frente al lugar santo y recé las Preces de la Obra. No dio para más...
Nos fuimos concentrando a la salida para dirigirnos a la Puerta de Jafa a través del barrio cristiano.
Y ya el resto del día ha sido de abrazos y el propósito claro de volver. Muy agradecido a todos, a los 42 con los que he convivido estos días y de los que he aprendido mucho por su fidelidad, por su entrega, por su labor apostólica y por su alegría y buen humor.
La próxima crónica será ya en Managua
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En Nicaragua, como en otros lugares, cuando uno tiene grandes deseos de contar cosas a los familiares, amigos colegas...y no hay tiempo, trata de resumir anteponiendo ese "para no hacerte largo el cuento". Pero ni así...
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