sábado, 8 de agosto de 2015

Humildad: Nuestro lugar


No sé si debajo de una higuera, en una playa o mirándose al espejo... pero aquí va una buena lección para ir aprendiendo:

"El orgullo encierra a la persona dentro de sí, en el amor a su propia excelencia y en su sumisión al placer. Origina dificultades interpersonales y aleja del prójimo, pues la relaciones quedan falseadas por el interés o el temor; en definitiva, por un comportamiento fundado en la mentira.

 En esas condiciones, la persona resbala fácilmente y navega en su mundo artificial. Cuando piensa en salir de sí, se produce todo lo contrario, como en aquella caricaturesca conversación entre dos autores:
'Ya hemos hablado bastante de mí, hablemos ahora un poco de usted: ¿ha leído mi último libro'

Y al contrario, el amor verdadero hunde sus raíces en la humildad: el humilde se conoce, y conoce más fácilmente a los demás; aprender a interesarse por ellos olvidándose de uno mismo supone respetar y apreciar la dignidad de cada persona, una dignidad en cierto modo sagrada.

La humildad nos lleva a descubrir nuestro lugar, y a ocuparlo. Nos ayuda a desempeñar nuestro papel y a dejar que los demás ocupen el espacio que les corresponde. Controla tanto la estima que debemos tener por nosotros mismos, como el deseo natural de ser aceptados por los demás.

Las personas dotadas de una personalidad rica y profunda, sin artificio, saben desaparecer y hacer que brillen los demás; no necesitan afirmarse aupándose sobre los otros.

Al mismo tiempo, la madurez lleva a aceptar que las cosas puedan salir mal, y esto enriquece la personalidad: muchas cosas no acaban como queremos, nos toca reconocer pacíficamente esa realidad.

Es bueno aprender a perder, a equivocarse, vivir un poco al día si uno tiene demasiado, a estar en alerta y convivir con los propios defectos sabiendo medir todo desde el metro de la caridad, y aprender a reírse de sí mismo desde la humildad."

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En Nicaragua, como en otros lugares, cuando uno tiene grandes deseos de contar cosas a los familiares, amigos colegas...y no hay tiempo, trata de resumir anteponiendo ese "para no hacerte largo el cuento". Pero ni así...