El Bautismo

Estos días de Pascua me encuentro en Costa Rica, en una convivencia con sacerdotes, descansando a como dice el Papa Francisco.

Y me ha tocado exponer sobre Patrología.

Impresiona la claridad de esos primeros Padres de la Iglesia. Por ejemplo San Cirilo, obispo de Jerusalén, allá por el siglo IV tiene unas catequesis preciosas predicadas en la basílica del Santo Sepulcro, donde hace una exposición sistemática sobre el renacimiento a través del Bautismo.

El Bautismo implica un nuevo nacimiento a la misma vida de Dios al ser incorporado a Cristo, a su Muerte y Resurrección.

Bella foto, en la pasada Vigilia Pascual en la catedral de Managua, del bautizo de Gabriel y Andrés, los gemelos recién nacidos de Hellen y Rommel.
De manos del Cardenal Leopoldo Brenes renacieron en Cristo.
No sé cuál de los dos es el que está recibiendo en ese momento el agua en brazos de su papá y quien está en brazos de su mamá.
Al fondo, Cristo muerto y resucitado por todos nosotros.

"La Iglesia administra los sacramentos de la iniciación cristiana -el bautismo, la confirmación y la Eucaristía- en el curso de la Vigilia Pascual. Nosotros, en general, los hemos recibido en la infancia, según una práctica inmemorial que tiene su origen en las enseñanzas evangélicas. Y, en esa noche gloriosa de la Vigilia, se nos invita a renovar los compromisos que, en nuestro nombre, profesaron entonces nuestros padres y padrinos, o quizá nosotros mismos"