Kinshasa, 9 de julio de 2024
Mamaíca mía:
Todo el mes de junio estuvo lleno de proyectos que se van realizando: es como conseguir volar como los pájaros.
( O como Merino, el jugador navarro que con su gol de cabeza logró clasificar a España para las semifinales de la Eurocopa, eliminando a Alemania. Lo vimos en Kinshasa y Managua.
Hoy toca jugar contra Francia... a ver cómo nos va. Tú, mami, hacías igual de ricas la tortilla de patatas española y la tortilla francesa:
Nota añadida desde Managua, para que se entienda lo de AIR MERINO )
El dr Chiva viene cada año para hacer una campaña de prevención y curación de un cáncer frecuente entre mujeres congoleñas:
Y aquí tienes un grupo de la última promoción de la escuela de enfermeras, ISSI, en la clase que les doy. Están ya convencidas que ser enfermera es mejor que ser médico. Tú sabes por qué.
El proyecto siguiente es el del tratamiento de los anémicos drepanocitarios de los que te ocupas cuando alivias sus dolores, dándoles el sentido que el sufrimiento tiene en la vida:
Una gran sorpresa, sobre todo para él, fue la llegada de uno de los promotores de proyectos, que vive en Alemania desde hace mucho tiempo y es sobrino de, figúrate, Paco Clavel. El se llama Joaquín, habla muchísimo y se ríe a base de bien:
Y ahora te cuento la historia de la gallina y sus tres polluelos en el alcantarillado: Érase una vez una gallina con tres polluelos que se cayeron en el alcantarillado (estamos en la estación seca y no llueve) y no podían salir. La gallina no les abandonó mientras ellos se pasaban el día picoteando. Por la noche, la gallina saltaba al interior y los polluelos se cobijaban bajo sus alas, calentitos. Y así hasta que crecieron. Solamente uno sobrevivió. Pero voló como Merino y ahora picotea en casa de nuestros vecinos.
Lo triste de la historia es que, todos los días, el loco Matondo, viene a dormir al lado del alcantarillado. No habla con nadie ni responde a nada. ¿Quieres ocuparte de él?
¿Ves a los polluelos?
Yo pienso en el futuro del Cielo, junto a ti. Eso sí que es un gran proyecto.
Te quiere, tu hijo
Fede
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Managua, 9 de julio de 2024
Querida mamuchi
Proyectos en el Congo y eventos entrañables en Nicaragua durante las pasadas semanas.
El sábado 8 de junio, día del Corazón Inmaculado de María fui a León, a la boda de Adrián y Paola. Y, justo, les hablé del "proyecto" clarísimo del Señor para ellos dos: que se amen con el Amor que Dios pone en sus corazones. Un amor que es humano y divino, que es Sacramento, un amor que santifica y que Jesús bendice.
Celebré al Bautista en su parroquia de San Juan de Oriente, un pueblito pintoresco y famoso por sus artesanías. Me quedé maravillado de la piedad de esas gentes. Y de su generosidad. La procesión de ofrendas muy larga, con todo tipo de vasijas, platos, objetos decorativos, hechos por ellos mismos. Y también todo tipo de frutas, aguacates, huevos etc. Les dije que la santidad es contagiosa, empezando por la familia: Juan, Isabel, Zacarías...
Juan Carlos y Marta se han cambiado de casa y me pidieron que fuera a bendecirla. Sus cuatro hijos son bien simpáticos y las gemelas muy platicadoras y atentas al cuento que les conté:
El 14 de junio celebré la Misa en el Colegio Hispano-Nicaragüense con motivo de la fiesta de las familias. La invitación recogía estas palabras del Papa Francisco: "La familia es capaz de calentar el corazón de toda una ciudad con su testimonio de amor"
Y hace pocos días, siguiendo una ya larga tradición, me invitaron a almorzar doña Adelita, cofundadora del Colegio, hace casi 50 años y Hazel y Juan Manuel, de los que aprendo siempre muchísimo:
Dejo para el final la fiesta de San Josemaría que celebramos en Managua en la parroquia de la Divina Misericordia.
Mucha devoción y cariño hacia el santo de la vida ordinaria y de la sonrisa permanente. Jóvenes y adultos, niños, familias enteras que, al final de la Misa, quieren acercarse al retrato de nuestro Padre para sentir de cerca su amable intercesión:
Luis y Fernando son dos seminaristas nicaragüenses que estudian en el Seminario Internacional Bidasoa y que en estos días están por aquí de vacaciones. Nos ayudaron acolitando en la Eucaristía. Fernando cantó el salmo responsorial.
Y el Coro de San Agustín-San Josemaría no faltó a la cita. Lo hacen con mucho cariño y lo hacen muy bien.
Todavía algo más. Esta vez sí que el cuento es largo. pero no quiero dejar de contarte, mamuchi, de Pedrito, para que ayudes desde el Cielo. Es muy pequeño y le diagnosticaron una leucemia rara. Con la generosidad de muchos está con su mamá, Eglin, en la Clínica de la Universidad de Navarra, donde le han hecho un trasplante de médula. Aislado con ella, hace pocos días recibieron la visita del Prelado de la Obra. Eglin es supernumeraria.
Eglin escribe:
"Hace unos momentos vino el Prelado del Opus Dei, a quien cariñosamente llamamos Padre. Aunque separados por un cristal, sentí esa calidez enorme en sus ojos. Me miró directamente a los ojos, más bien directamente al corazón y me dijo: 'No te sientas sola. Estás acompañada, nunca te sientas sola' No pude evitar las lágrimas en mi rostro, pero eran de agradecimiento y felicidad. Como una hija sabiéndose comprendida por su padre. Le dije: 'Padre, estoy tratando de ofrecer lo que puedo por vocaciones, por la Obra, estoy tratando de ser buena hija, conservando el buen humor y la alegría. Y pienso mucho en usted, Padre'. El me sonrió y me repitió: 'No te sientas sola' Siempre viéndome directamente a los ojos. Su respuesta me sorprendió, porque yo esperaba algo como: hija mía, ofrécelo por tal petición o por esto otro; pero no, el Padre sólo se interesó en que yo me sintiera acompañada, expresando su amor en esa cálida mirada, con esos ojos que ven el alma y esas palabras llenas de cariño. Es realmente un Padre. Luego nos dio la bendición. Sólo puedo dar gracias a Dios por este momento que quedó grabado por siempre en mi corazón. Dios es bueno y es eterna su misericordia"
Ya ves, mamuchi ¡qué bueno es sentirse querido! ¡qué maravillosos son los vínculos de paternidad, maternidad, filiación, fraternidad!
Prometo en la próxima no alargarme tanto.
Un abrazote de tu hijo
Alfredo