Esta foto es de hace 20 años. Coincidimos los tres hermanos y los sobrinos. Fede desde el Congo, Ricardo en España y yo desde Nicaragua. La foto la tomó papá. Viene a cuento por lo que escribimos en las respectivas “carta al Cielo”, que hace la número 50.
Kinshasa, 9 de noviembre de 2024
Mamaíca mía:
El que ves en la foto es Alfonso. Cuando me trajisteis, papá y tú, a Sevilla, en 1978, Alfonso tenía 13 años.
Cuando en 1982 quise venirme al Zaire (y a ti te dio miedo) fue su hermano mayor, José, que estudiaba en el colegio francés de Sevilla, quien me regaló las casetes que utilizaba para que yo me fuera ejercitando en el francés. José tiene ahora 6 hijos y le pidió a Alfonso que cuando llegara a Kinshasa le mandara una foto. conmigo. Él me llamaba don Fede.
Alfonso es ahora el nuevo director espiritual de la circunscripción del Opus Dei en África central-occidental, que comprende Costa de Marfil, Camerún y Congo.
Me ha dado mucha alegría enviar esta foto después de tantos años. Su hermana mayor, que también venía por el Palmera (club juvenil) de Sevilla, nos ve contigo, desde el Cielo, pues hace cinco años una explosión en su casa de campo se la llevó a la nuestra de Arriba.
También han estado en Kinshasa los dos vicarios de nuestra circunscripción: te mando dos fotos de la visita que hicieron a las obras del colegio Bozindo. El mas alto se llama abbé Cissoko (Abdulai, su padre es musulmán) y es marfileño. El otro vicario es l’abbé Valdés (Curro) nacido en Cartagena y a quien bien conoces.
Aquí con algunos profesores de Bozindo (Bozindo significa “peofundidad”, mar adentro)
Durante el mes de noviembre el Cielo está más cerca. Ayúdanos en la expansión.
Te quiere mucho, tu hijo
Fede
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Managua, 9 de noviembre de 2024
Querida mamuchi:
Esta es la carta 50 que te escribimos al Cielo y coincide con el mes de noviembre, cuando se ve el Cielo más cerca.
De hecho, como escuché y medité hace pocos días, la alegría del Cielo es la alegría del amor, la alegría que el Señor nos tiene preparada en el Cielo, que es compartida, gozar con las alegrías de los otros. Cuanto más nos gozamos por ver felices a los demás, más cerca estamos del Cielo. La vida cristiana no nos lleva sino a perpetuar en el Cielo la alegría vivida aquí, en familia.
Por eso, la foto de inicio. ¡Qué bien lo pasamos, primero entre nosotros, y luego con tus nietos, mis sobrinos!
Vida cristiana. Hace pocos días, el Papa Francisco hablaba del Sacramento de la Confirmación. “Si el bautismo es el sacramento del nacimiento, la confirmación es el sacramento del crecimiento”
Todos los años ayudo con un retiro espiritual a los chicos y chicas del colegio Hispano-nicaragüense que reciben esa unción del Sacramento.
Con frecuencia, mamuchi, voy a almorzar con mis buenos amigos Tingo y Thelma. La última vez, cuando ya me despedía, llegaba su nieta María Isabel con muchas amiguitas. Eran las del equipo de fútbol de su clase que venían a entrenar en el amplio jardín de la casa, porque al día siguiente tenían una competición importante en el colegio. Les pregunté cómo se llamaba el equipo. Y para mi asombro, una contestó: DELFINES ROSADOS. Y muy convencida aseguró que aquí en la tierra no existen, pero en el otro mundo seguro que sí. Veremos…
La foto es con los Delfines Rosados.
Tengo más cosas que contarte, pero lo dejo para la próxima. Ahora estoy atendiendo una convivencia de numerarias auxiliares de Centroamérica. En Villa Fontana ya se ha empezado a trabajar en el “belén”… y hay sorpresas.
Un abrazo muy grande de tu hijo
Alfredo