Padre nuestro,
Padre de todos´,
líbrame del orgullo
de estar solo.
No vengo a la soledad
cuando vengo a la oración,
pues sé que, estando contigo,
con mis hermanos estoy;
y sé que, estando con ellos,
tú estás en medio, Señor.
No he venido a refugiarme
dentro de tu torreón,
como quien huye a un exilio
de aristocracia interior
Pues vine huyendo del ruido,
pero de los hombres no.
Allí donde va un cristiano
no hay soledad, sino amor,
pues lleva toda la Iglesia
dentro de su corazón.
Y dice siempre "nosotros",
incluso si dice "yo"
Al leer despacio esta mañana este himno, me he acordado enseguida de la definición que hace mi amigo Kabamba:
¿Qué es vivir?
Vivir es superar la soledad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por tus comentarios e ideas para este blog. Ánimo y escribe.