Interesante reflexión sobre el proyecto divino del Matrimonio:
"Abrirse al otro sexo es el primer paso para abrirse al otro que es el prójimo... hasta abrirse al Otro (con mayúscula) que es Dios.
El Matrimonio nace en el signo de la humildad. Es reconocimiento de dependencia y por tanto reconocimiento de la propia condición de criatura.
Enamorarse de una mujer, o de un hombre en el caso de ellas, es hacer el acto más radical de humildad. Es un hacerse mendicante y decir al otro: 'Yo no me basto por mí mismo, necesito de tu ser'"
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por tus comentarios e ideas para este blog. Ánimo y escribe.