Lo suele ser.
Los pensadores medievales decían que tienen más "humores".
Tienen más facilidad para llorar, reír, soñar, y para cambiar rápidamente. Suspirar.
Es como si tuvieran el alma muy pegada al cuerpo.
De ahí que puedan dar color, aunque no todas, a lo concreto, con agudeza, matizando.
(La foto está tomada en "Triana", pero no en Sevilla, sino en ¡Las Palmas de Gran Canaria!)
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por tus comentarios e ideas para este blog. Ánimo y escribe.