Mi prima Pilar Gil me suele mandar fotos de Murcia. Ésta seguro que fue tomada en agosto. Las calles desiertas, huyendo del calor. Al fondo, la Catedral...
Calor debe haber en el corazón de cada persona, pues ser persona es ser réplica de Dios, quien -hoy recordaba con San Agustín- es más íntimo a nosotros que nosotros mismos.
Ser persona es albergar a Dios, es donarse a Dios.
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