Mi amigo Kabamba nos da unas pistas:
Lo que podemos a través de los amigos, es como si lo podemos por nosotros mismos.
Tenía razón Aristóteles al valorar la amistad.
Dios ha hecho libre al hombre para que pueda coexistir, amorosamente, con amor de amistad, en Dios.
No somos hijos forzados
La coexistencia en Dios es y será un buscarse mutuo, un juego de amor, siempre inmerecido.
Todo es gracia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por tus comentarios e ideas para este blog. Ánimo y escribe.