En la quinta estación del Vía Crucis no está Simón Pedro. En la primera, sí.
En la quinta estación del Vía Crucis está otro Simón:
"Y a uno que pasaba por allí, que venía del campo, a Simón Cireneo, el padre de Alejandro y de Rufo, le forzaron a que le llevara la cruz" (Marcos 15, 21)
Cuando pasó todo, me imagino a Simón de Cirene acudiendo a Simón Pedro para ser bautizado. Y a éste exclamar: ¡Hombre tocayo! ¡Un abrazo, y gracias por lo que hiciste!
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