domingo, 29 de julio de 2012

Holanda

Esta mañana prediqué en holandés a un grupo de chicas que se encuentran ayudando a remodelar una escuelita en Nicaragua.
Les hablé que en la vida cristiana hay que luchar con espíritu deportivo tratando de superar las dificultades que compiten contra nosotros: soberbia, avaricia, lujuria, ira, gula, envidia y pereza.
Mientras meditábamos ese tema, a esa misma hora, Mariana estaba ganando la primera medalla de oro para Holanda en los Juegos de Londres superando a sus rivales y a un fuerte aguacero como los que caen por estas tierras.

¿Cómo prediqué en holandés? Muy sencillo: Hablando despacito para que fueran traduciendo. Resultó.

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