Muchísimos recuerdos de aquella mañana: el orden de toda la ceremonia, los zapatos de charol negro, el traje de marinero, el himno durante la Consagración, la acción de gracias con las manos tapándose la cara y la fórmula de la promesa ante los santos Evangelios: "Yo renuncio a satanás, a sus pompas y a sus obras y prometo seguir para siempre a Jesucristo"
No faltó, después, el desayuno de chocolate con churros.
En la foto es fácil localizar a los cuatro primos, a un lado y otro.
Muchas gracias, Carlos, por las fotos de nuestra Primera Comunión que me has mandado.
ResponderEliminarPuede usted mandármelas ?
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