Olimpiada sobrenatural
Por más grandes que sean los esfuerzos de los que reman, una barca avanza mucho más rápidamente impulsada por el viento; del mismo modo, los progresos humanos resultan casi insignificantes frente a la fuerza del Espíritu, que sopla donde quiere.
Lo misterioso es que Dios cree las barcas y los barcos.
ResponderEliminarSomos cooperadores de Dios.