No somos ni más santos que DAVID, ni más fuertes que SANSÓN, ni más sabios que SALOMÓN...y los tres cayeron. La advertencia es nada menos que de Agustín de Hipona, el gran San Agustín. La foto es en La Manga del Mar Menor el verano pasado.
Alfredo, lo de la Manga lo dices de cachondeo, no? Eso será algún tiburón de los que tenéis en el Pacífico. Ah! Felicidades a todos los fedes. Está muy bonico lo que escribiste el otro dia. Gabriel
Acho! eso no se lo cree ni el tío mañicas. Pero que animal eres. ¿Le das mucho al ron? Llamaré un día de estos s tus padres. Siento no estar este verano por ahí
Leí en un manual de supervivencia que a los tiburones hay que enfrentarlos. Uno se queda quieto, espera...y cuando el tiburón va hacia ti y abre la boca se le esquiva...algo así como los toreros con el toro... Hasta que se cansa y desiste.
No somos ni más santos que DAVID, ni más fuertes que SANSÓN, ni más sabios que SALOMÓN...y los tres cayeron.
Alfredo, lo de la Manga lo dices de cachondeo, no? Eso será algún tiburón de los que tenéis en el Pacífico.
ResponderEliminarAh! Felicidades a todos los fedes. Está muy bonico lo que escribiste el otro dia.
Gabriel
Acho! eso no se lo cree ni el tío mañicas. Pero que animal eres. ¿Le das mucho al ron? Llamaré un día de estos s tus padres. Siento no estar este verano por ahí
ResponderEliminarHijo, no me asustes.
ResponderEliminarLeí en un manual de supervivencia que a los tiburones hay que enfrentarlos. Uno se queda quieto, espera...y cuando el tiburón va hacia ti y abre la boca se le esquiva...algo así como los toreros con el toro...
ResponderEliminarHasta que se cansa y desiste.
¿Sabes que llegué a creérmelo?
ResponderEliminarLa mayor parte de los problemas son el fruto de nuestra imaginación.