
Muchos espectadores, por si acaso, lo hemos ofrecido a Dios. Pues para que el trabajo sea santo, cabal, hay que realizarlo en su Amor.
La catedral estaba llena. Se cumplió por fin el deseo del cardenal Etsou: tenéis que llenarla.
Ha sido una jornada en oro
Ahora me encuentro estudiando para los exámenes y para no hacerle largo el cuento he encontrado inspiración en está página. Me alegran los recuerdos de los servidores de Dios de la casa de Villafontana. Saludos
ResponderEliminarPor fin el Congo.
ResponderEliminarPerdonen la tardanza en contestar, por motivos técnicos y por la emoción del triunfo de España
ResponderEliminarA papá también le pasa eso de cuando en cuando. Paciencia hijo.
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