martes, 28 de febrero de 2017

No lo sé


Simpático relato que me proporciona Alfonso:

El escenario es una clase en la que se propone a los alumnos la siguiente narración:

 "Una niña llamada Mary va a la playa con su madre y su hermano. Viajan en un coche rojo. En la playa nadan, comen un helado, juegan en la arena y almuerzan unos sándwiches".

Y estas son las preguntas:

1) ¿De qué color era el coche?
2) ¿Comieron pescado con patatas para almorzar?
3) ¿Escucharon música en el coche?
4) ¿Tomaron limonada en el almuerzo?

Un extenso grupo de escolares británicos, de edades comprendidas entre los cinco y los nueve años, respondieron a esas cuatro preguntas. ¿Cuál fue el resultado?

Afortunadamente, casi todos los niños respondieron correctamente a las dos primeras preguntas. Pero lo sorprendente es que el 76% de los alumnos respondió a las dos últimas preguntas con un o un no, con toda seguridad.

Habría que preguntarse qué les llevó a responder sí o no a preguntas a las que no podían tener respuesta.
Quizá es porque parece que una de las frases más difíciles de pronunciar es "no lo sé"

Tener la valentía y la naturalidad necesarias para decir que no sabemos algo, es una muestra de autenticidad.
Un poco de sinceridad, de humildad y de ganas de aprender, seguramente nos viene bien a todos.

Por cierto ¿qué nos quiere decir Helio con la fotografía que encabeza esta entrada?

lunes, 27 de febrero de 2017

Dones


Hoy leía en el Oficio de Lecturas de la Liturgia de las Horas un Tratado de San Gregorio Magno sobre el libro de Job:

Dice Job: 'Si aceptamos de Dios los bienes, ¿no vamos a aceptar los males?'

Y San Gregorio: 'Es un gran consuelo en medio de la tribulación acordarnos, cuando llega la adversidad, de los dones recibidos de nuestro Creador. Si acude enseguida a nuestra mente el recuerdo reconfortante de los dones divinos, no nos dejaremos doblegar por el dolor. Por eso dice la Escritura: En el día dichoso no te olvides de la desgracia, en el día desgraciado no te olvides de la dicha.'

Entonces me he acordado de una de las tiras de Carlitos.

Además, para nosotros la muerte es Vida.

domingo, 26 de febrero de 2017

Noviazgo en Harvard. Mucho más


Entresaco algunos fragmentos de una entrevista a Emily Marcucci, graduada por la Universidad de Harvard, casada desde hace 15 años con Michael Marcucci y madre de 8 hijos: Madeline (16), John (13), Theresa (11), Josephine (10), Anthony (8), James (6), Thomas (6) y Anne (2)

Es una pena que para no hacer largo el cuento no copie la entrevista entera.

- Cuando eráis novios, ¿cómo planteasteis Mike y tú el tema de la familia?

Mike y yo nos conocimos en la Universidad de Harvard y estuvimos saliendo durante seis meses antes de comprometernos. Mike me propuso matrimonio poco después de graduarse, aunque a mí aún me quedaba un año. Dimos un hermoso testimonio en la universidad, porque en Harvard no son habituales ni noviazgos tan breves ni matrimonios a tan joven edad. Durante el noviazgo, pensábamos ya en construir una familia numerosa...

- ¿Es difícil ser madre de ocho hijos?

Seré sincera: sí... Para educar a un niño tienes que estar dispuesta a la frustración, porque no siempre crecen como tú querrías -es más, casi nunca-. Así que educar a tantos niños requiere paciencia y buen humor. ¡No todas las casas funcionan con la disciplina militar de la familia de 'Sonrisas y lágrimas'!

 (Tenemos un gran pizarrón en la cocina que describe el horario del día y las tareas de cada uno. Esta pizarra familiar es conocida por los niños como el 'Marcucci Family Information Center')

Una amiga me dio un buen consejo: ella se despierta antes que nadie, se hace un buen café, reza unos minutos y planea su día. Esos minutos de tranquilidad le dan otra perpectiva a la 'batalla'. No es fácil levantarse la primera, pero vale la pena.

- El Papa Francisco nos pide que oremos mucho por las familias. ¿Cuál crees que es el mayor reto?

En Estados Unidos, el mayor peligro es seguir un estilo de vida que deje poco tiempo para la reflexión. Vamos de actividad en actividad, y corremos el riesgo de sacrificar la cena familiar, que para nosotros es fundamental. En la cena, con los niños, a veces hacemos un sencillo juego, que llamamos 'Highs and Lows? ('Altos y Bajos'): cada uno comparte su mejor y su peor momento del día. Cuando toca a los más pequeños, es realmente divertido.

- ¿Tienes algún consejo para las parejas recién casadas?

Sí, que no se olviden de hacer su matrimonio cada día más fuerte. A veces se requiere más tiempo y esfuerzo del que uno habría imaginado. Se va conociendo mejor al cónyuge, que no es siempre el que nos enamoró durante el noviazgo, sino que cambia con los años. También nosotros cambiamos. Por lo tanto, el amor tiene que adaptarse, que hacerse más maduro. Pero es necesario concretar este propósito, no puede quedarse en un deseo: a veces basta una decisión al día: sacar la basura, preguntar al otro sobre un tema que sabemos le gusta, no insistir cuando es obvio que el otro se ha equivocado...

Sí, aunque parezca mentira, tras la batalla de cada día, al llegar la noche ambos admitimos que nos queremos más, mucho más, que durante aquellos pacíficos y tranquilos meses de noviazgo en Harvard.

sábado, 25 de febrero de 2017

Ginés


Mientras escribo estas líneas están recibiendo en Roma, camino hacia el sacerdocio, la ordenación de diáconos dos miembros agregados de la Prelatura del Opus Dei: Arturo Garralón y Ginés Pérez Almela.

Con ¡"Ginés"! (a la derecha en la foto) compartí muchos momentos allá por los años setenta y tantos, cuando el centro de formación "Ribera" estaba en la calle Gonzalez Adalid, esquina con la murcianísima Platería.

Cuántas risas en aquellos encuentros, tertulias, festivales de eurovisión a nuestra manera, meriendas huertanas indescriptibles, paseos al mar, a la casa de La Loma en el Verdolay, romerías a La Fuensanta...

Aprovecho para recordar que el Catecismo de la Iglesia Católica señala que "corresponde a los diáconos, entre otras cosas, asistir al obispo y a los presbíteros en la celebración de los divinos misterios sobre todo de la Eucaristía y en la distribución de la misma, asistir a la celebración del matrimonio y bendecirlo, proclamar el Evangelio y predicar, presidir las exequias y entregarse a los diversos servicios de caridad"

Ginés y Arturo lo van a hacer muy bien. ¡Seguro!


viernes, 24 de febrero de 2017

Recrear


Hablando del sentido de la vida, José Pedro narra este interesante cuento:

"En uno de los últimos viajes largos en coche, mi compañero se ocupaba de la música:

- Ahora voy a poner una cinta muy especial, me dijo.
- ¿Y eso?

Empezamos a escucharla; era un popurrí de canciones tomadas de los más variados géneros musicales. Por mi parte, para compartirla, trataba de encontrar un 'algo' que hiciera especial aquel conjunto de canciones. No lo conseguí. Le pregunté, y entonces entendí:

- Cada canción tiene relación con un momento de mi vida con Begoña. La primera es la música del concierto en el que nos conocimos. La segunda es la que sonaba en el restaurante la primera vez que salimos. La otra...

Así fue recorriendo, paralelamente, la historia de su noviazgo con las músicas de aquella cinta. Se la sabía de memoria. Cada una le hacía revivir un momento determinado.

Esta es una de las características más propias del amor: recrear. Cualquiera de esas canciones la había escuchado mi amigo muchas veces antes de conocer a Begoña. Pero a partir de un momento determinado, aquella música quedaba ligada a un encuentro con ella. La misma canción era recreada, recreada como 'nuestra' -de Begoña y él-.

Cada canción es la que es, pero el amor la recrea, la crea de nuevo para nosotros y significa un momento en nuestra historia. Esta es una forma de mirar de un modo nuevo lo ya conocido. Tal parque, ese tren, la luna llena, tales flores, esa bebida determinada...y tantas cosas...

Cada una de esas cosas son lo que son, pero desde que han sido recreadas son -sobre todo- algo que habla de un amor, de la historia con tal persona. Aprender a vivir es aprender a mirar recreando la realidad."

jueves, 16 de febrero de 2017

Música y letra


Me gustó la jaculatoria (pequeña oración) que escuché:

"¡Señor, que hagamos buena música y letra en el día de hoy!"

Y recordé aquello de "la santificación del trabajo ordinario constituye como el quicio de la verdadera espiritualidad para los que -inmersos en las realidades temporales- estamos decididos a tratar a Dios" (San Josemaría. Amigos de Dios, 61)

martes, 14 de febrero de 2017

14 de febrero


El 14 de febrero es el aniversario del comienzo de la labor con mujeres en el Opus Dei.

Hoy es, pues, la primera fiesta fundacional con el nuevo Prelado, Fernando Ocáriz, al frente de la Obra.

Y me gusta recordar aquellas palabras de san Josemaría: "...Cuando los hombres escapan, cuando los hombres son cobardes, ellas son valientes. Al pie de la Cruz están las mujeres."

Pescadores de hombres


Desde hace dos días ya estoy de nuevo en Nicaragua tras las semanas pasadas en Panamá.

Y seguimos en ambiente marinero, de barcas y redes. El P. Julio Mcnally nos manda diariamente fotos de la peregrinación por Tierra Santa de un buen grupo de sacerdotes de la diócesis de Juigalpa, junto con su obispo.
Especialmente bonita ésta, en la que se ve ondear la bandera de Nicaragua en un mástil de un embarcadero en el mar de Galilea.

Resuenan las palabras del señor a Simón y sus compañeros: "No temas; desde ahora serán hombres los que pescarás" (Lucas 5, 10)

Pescaron los Apóstoles frente a Cafarnaún, y pescaron luego con el Señor en todo el mar de Galilea. Una y otra vez, atravesaron el lago calando en todos los puertos, abierto el rumbo a todas las riberas.

Ahora el mar es inmenso, y en el celo de los pescadores tampoco hay límites: no es en un mar, sino en todos los mares donde hay que lanzar las redes... También en Chontales, Río San Juan y en toda Nicaragua...

sábado, 11 de febrero de 2017

Emperatriz de China


En estos días de convivencia en Panamá Luis G nos ha contado cantidad de cosas de sus peripecias por medio mundo, entre otras cosas buscando piedras preciosas. Especialmente nos ha llevado al Oriente lejano: Hong Kong, Seúl, Singapur, Shaigón, Kuala Lumpur, Macao...

Y a propósito de China, sí que es preciosa la imagen de la Virgen que desde hace poco ha sido entronizada en la Catedral del Norte de Pekín.

Está vestida de Emperatriz y sentada en un trono imperial, con el Niño de pie en su regazo.

Pero lo más sorprendente es que la imagen ha sido esculpida en la localidad de Cieza (Murcia) donde fue bendecida antes de su viaje para la China.

A Ella encomendamos la evangelización de aquellas tierras.

viernes, 10 de febrero de 2017

Microcuentos


Varios días sin publicar "cuentos"

Ahora, en la tranquilidad de Cerro Azul, busco algunos que verdaderamente no son largos. Y aparecen a mansalva:

- Piensa mal y acertarás / Prefiero equivocarme (Carlos A)

- La brevedad es el alma del ingenio (Shakespeare)

- Lamento escribirte una carta tan larga, pero no tengo tiempo de hacerla más corta. (Marx a Engels)

- Todos eran abstemios. Jesús convirtió el agua en vano. (César B)

- Parecíamos indestructibles / Parecíamos (Carlos A)

- Cuando vio el aspecto de aquel caballero, la princesa rezó por que el dragón venciera. (Plácido R)

- Se me ha dormido un brazo / Está soñando que te abraza. (Alberto R)

- De tanto llorar el cielo se mudó a sus ojos. (Benjamín G)

(La foto es un rincón de Cerro Azul con un cuadro de Erika Mierisch)

domingo, 5 de febrero de 2017

Luz


"Brille la luz de ustedes ante los hombres, para que viendo las buenas obras que ustedes hacen, den gloria a su Padre que está en los cielos" (Mateo 5, 16)

Una cosa es "dar luz" y otra cosa "lucirse"

(Simpáticas y sugerentes las entradas del obispo Munilla)

sábado, 4 de febrero de 2017

Dulce hogar II


(Viene de la anterior)

- ¿Y si lo ponemos en un plato y lo cortamos por la mitad con un cuchillo? -sugirió Lester.

Hasta Helen sabía que aquella no era una buena solución. "Eso", pensó ella, "lo sabe hasta un recién nacido"

- ¡¿Qué dices?! Así se te mezcla la cáscara con lo de dentro -explicó ella.

 Los dos se pusieron a observar el huevo. Helen pensó entonces que era ella quien debía asumir la responsabilidad.

- Bueno, alguien tiene que hacerlo -dijo resignada- . Lo volveré a intentar.

 Cogió el huevo y sin pensarlo lo golpeó levemente contra el borde del cuenco. La cáscara se rajó un poco.

 - Parece que la cosa va bien -dijo Lester. Dale otro porrazo.

 Ella repitió el golpe y, levantando el huevo por encima de su cabeza hasta que pudo ver la parte de abajo, informó de que había una evidente raja por la que se veía salir cierta humedad. Pero no era suficiente. Debía continuar hasta el final. ¡Menuda situación!, sin que nadie le explicara qué hacer y que le hiciera hacerlo.

- Voy a intentar abrirlo -anunció con intrepidez, sintiéndose como una heroína.

 Metió la punta de los dedos en la diminuta raja e hizo presión hacia los lados, con los ojos cerrados. Algo sucedió. Notó el chorro de una sustancia fría y pegajosa resbalando sobre sus dedos, el ruido de la cáscara quebrándose en sus manos y, entonces, vio el contenido del huevo en el cuenco: la redonda yema dorada flotaba en la clara transparente.

- ¡Bravo! ¡Lo has conseguido! -gritó su padre admirado.

 Pero Helen percibió en su corazón un sentimiento que la llevaba a no aceptar una alabanza conseguida con demasiada facilidad.

- No, así no es -dijo ella , frunciendo el ceño y contemplando la cáscara que goteaba en la mano- Cuando lo hace mamá, lo de dentro sale entero y limpiamente, y cada mitad de la cáscara queda como una pequeña copa.

 Cerró los ojos y se concentró para recordar las veces en que había visto cocinar a su madre. -"Mamá lo cogía así", imaginó Helen, imitando los movimientos que iba recordando "lo bajaba con un movimiento rápido, así, golpe seco y...

- ¡Genial! ¡Ya sé!, Después de cascarlo, lo gira para que la raja quede arriba y entonces lo abre. Dame otro huevo.

(Del libro de Dorothy Canfield Fisher: "Dulce hogar")

Dulce hogar I


Disfrutando con el libro de Dorothy Canfield Fisher, en el que de una manera magistral se plantea los problemas de una familia en la que ambos cónyuges están frustrados por las funciones que les ha tocado desarrollar. Evangeline es una obsesiva ama de casa cuyo perfeccionismo hace infelices a sus hijos. Sin darse cuenta, vive desencantada y aburrida, aunque se considera una buena madre y esposa. Lester, su marido, poeta y soñador, tampoco es feliz, ni en casa ni en el trabajo. Un accidente cambia la vida de toda la familia al propiciar un radical cambio de papeles: él se ve obligado a quedarse en casa en una silla de ruedas y ella debe ponerse a trabajar fuera del hogar para ganar el sustento de la familia.

Hay una página genial en la que se describe la odisea de Lester con su hija Helen cocinando en su nuevo rol tras el cambio por razón del accidente.
(Como es largo, lo anoto en dos entradas, para no hacer largo el cuento):

 "Histórico día en que cocinaron juntos por primera vez, e intentaron preparar -con más miedo que otra cosa- unos huevos revueltos para comer, fue Helen la que supo manipular aquella especie de bombas que eran para ellos los huevos crudos. Lester había cascado con mucho cuidado la parte de arriba de uno de ellos y estaba empezando a quitar trocitos de cáscara, cuando Helen le dijo en tono instructivo:

- No es así, mamá los casca por en medio, dándoles un golpe en el borde del cuenco y los abre por ahí.

-¿Cómo? Enséñame -dijo su padre dócilmente, entregándole otro huevo.

Sintiéndose muy importante, Helen lo cogió con maestría, lo colocó sobre el borde del cuenco y lo levantó imitando el modo resuelto de su madre. Pero se quedó así, sin mover la mano. Asustada, volvió los ojos a su padre y dijo abatida:

- Imagínate que le pego demasiado fuerte y pringo todo el huevo...

A su padre no le dieron ganas de gritar a la niña por su estúpida ineptitud. Más bien se compadeció de su pánico.

- Sí, ¡los huevos crudos son terribles! -dijo él en tono comprensivo

Agobiados los dos, contemplaron aquel enigma oval.

- Hazlo tú -dijo Helen, a la que su inseguridad impulsaba a trasladarle a otro la responsabilidad.

 Su padre rechazó horrorizado asumirla:

-¡Ni de broma! -exclamó- Tú eres la que ha visto cómo lo hace mamá.

-¿No explica el libro en ningún sitio cómo se hace? -preguntó Helen en otro intento desesperado de trasladar la responsabilidad-. Hay un capítulo al final que explica cómo quitar manchas de tinta, qué hacer si a alguien le sienta mal algo y cosas de esas. A lo mejor ahí dice algo.

Dejaron el huevo para buscar en el libro, pero en sus cuatrocientas páginas no encontraron nada sobre el modo de cascar el huevo.

(Continuará)

viernes, 3 de febrero de 2017

Managua - Toronto


El 4 de febrero del 2007 nueve intrépidos ciclistas, residentes en Villa Fontana, se propusieron en el plazo de 10 años hacer el recorrido Managua - Toronto... ¡en bicicleta estática! ¡5814'76 km!

Algunos se reían de semejante atrevimiento y decían que ese propósito pronto entraría en el olvido.

¡Pues no! Mañana se cumplen los diez años de esa decisión. Y aquí estamos para informar de los resultados.

Ninguno pudo alcanzar la meta. Pero fue por culpa de que se rompió la máquina.

El que más lejos llegó fue Choby con sus 2323 km atisbó Monterrey, en México.
Juancho con 941 km también entró en México, hasta Tololá.
German Ruíz con 401 km llegó a San Miguel en El Salvador.
El P. Alfredo con 238 km llegó cerca de Choluteca, en Honduras.
El P. Alejandro con 219 km también entró en Honduras.
Esteban y Mariano con 197 y 193 km llegaron a Somotillo, todavía dentro de Nicaragua.
Félix con 61 km hasta La Paz Centro
Jorge Loaisiga con 36 km casi llega a Nagarote.

Pero sumando todos los km ¡somos equipo! llegamos hasta St. Louis Mo ¡a sólo 800 km de la frontera de Estados Unidos con Canadá!

En cuanto tengamos una nueva bicicleta terminaremos el trayecto. ¡Y en mucho menos tiempo!

jueves, 2 de febrero de 2017

Mary


El martes fallecía en Murcia mi tía Mary, una de las hermanas pequeñas de mi padre.

Muchas horas pasé en su casa, piso abajo de la mía, jugando con mis primos Carlos, Esther, Alberto y María. Después vinieron Gaby y Clara.

Esta mañana, en un rato de meditación delante del Sagrario, se hablaba de que "Dios es muy acogedor" Y pensé que así era también nuestra "tita Mary": acogedora.

Recuerdo que en Navidades gustaba cantar con fuerza: ¡Viva la Pascua!
Eso es lo que acaba de vivir ahora: La Pascua, el paso a la casa del Padre eterno.
En Nicaragua, como en otros lugares, cuando uno tiene grandes deseos de contar cosas a los familiares, amigos colegas...y no hay tiempo, trata de resumir anteponiendo ese "para no hacerte largo el cuento". Pero ni así...